Soy PAS: los riesgos de etiquetarnos
Reconocerse como PAS trae alivio. Esto es lo que suelen decirme las personas que descubren que son altamente sensibles y también es lo que me ocurrió a mí. Saberlo nos permite comprender muchas de nuestras sensaciones físicas, de nuestras reacciones emocionales y mentales, de nuestras actitudes y comportamientos. Dar un sentido a lo que nos pasa suele traer claridad y nos ayuda a organizar nuestras percepciones y nuestras ideas. También alivia saber que no somos “bichos raros” ni personas “defectuosas” por ser más sensibles que otras, y que tampoco tenemos la “culpa” de serlo, debido a que se trata de una característica involuntaria, generalmente innata. Alivia, además, saber que hay factores culturales que inciden en que nos sintamos muchas veces en desventaja o incomprendidos/as: la cultura occidental de hoy en día privilegia la extroversión, los estímulos fuertes, la velocidad, la exposición de la intimidad, la despreocupación, la liviandad, etc. Cuestiones que no siemp