¿Cuál es la diferencia entre timidez, introversión y alta sensibilidad?
En el terreno del temperamento y de la personalidad, existen muchas categorizaciones y modelos que intentan dar cuenta de las diferentes características que tenemos los humanos. A esto se agrega que los términos y los conceptos que se emplean en estas descripciones no siempre son definidos de igual manera por los distintos autores e investigadores. En consecuencia, este resulta un terreno muy complejo que ha sido abordado desde dispares criterios y puntos de vista a lo largo de la historia. Se han creado así muchos mapas diferentes en el intento de organizar el conocimiento de tan vasto territorio.
Teniendo en cuenta que cualquier definición, descripción o
clasificación es relativa intentaré, no obstante, clarificar algunos de los
conceptos que habitualmente se utilizan al hablar de personas altamente
sensibles.
Para empezar, quiero mencionar que timidez, introversión y
alta sensibilidad son características diferentes y que no las encontramos
siempre juntas ni presentes en una misma persona. De esta manera, una persona
puede ser altamente sensible y no ser ni tímida ni introvertida; y, a su vez,
una persona tímida puede no ser altamente sensible, como así también una
persona introvertida puede no ser altamente sensible.
¿Qué es la alta sensibilidad?
La alta sensibilidad
es un temperamento. El temperamento
es la manera de ser y la forma natural de reaccionar; es, además,
constitucional, o sea que viene con uno de
fábrica y no es algo aprendido ni voluntario.
Algunos estudiosos sostienen que el temperamento no se puede
cambiar, mientras que otros aseguran que con un adecuado entrenamiento puede
ser transformado.
Cuando se habla de temperamento altamente sensible, se está
aludiendo a la alta sensibilidad del
sistema nervioso. Las personas de este temperamento tienen una percepción
fina y detallada de los estímulos externos e internos, y esto las lleva muchas
veces a sentirse abrumadas. (Ver: “Las personas altamente sensibles”
http://www.centrohuna.com.ar/personas_altamente_sensibles.html)
¿Qué es la Introversión?
Carl Gustav Jung introdujo los conceptos de “introversión” y
de “extroversión” para referirse a dos tipos de personalidades diferentes. Lo que distingue a cada tipo es su
manera de focalizar la atención: los
extrovertidos prestan más atención al mundo externo, mientras que los
introvertidos prestan más atención al mundo interno.
En consecuencia, los introvertidos son más introspectivos, es
decir, reflexionan más sobre sus procesos internos, y están más conscientes de
sus propios pensamientos y sentimientos.
Los extrovertidos, en cambio, concentran su interés en lo que
ocurre en el entorno, prestan más atención al mundo exterior o, dicho de otra
manera, a lo que ocurre “afuera” de ellos.
Unos miran más hacia adentro y otros más hacia afuera. En
este sentido, me parece necesario aclarar que mirar más hacia adentro no quiere decir ser más egocéntricos o
egoístas. El egocentrismo tiene que ver con otra cosa, con la no consideración
del otro y no con el rasgo de introversión, de manera que hay personas
egocéntricas introvertidas y las hay también extrovertidas.
Actualmente, algunos estudiosos toman en cuenta otro
organizador para hablar de la introversión y de la extroversión, y no se
atienen a la definición de C. G. Jung. En lugar de tomar en cuenta el foco de
atención (como él proponía), toman en cuenta el tipo de comunicación y de sociabilidad.
Describen entonces a los extrovertidos como personas sociables y
espontáneas, y a las introvertidas como personas medidas en su comunicación, y
menos sociables o más solitarias.
C.G.Jung consideraba a estos rasgos
(introvertido-extrovertido) como características de la personalidad, y no
(hasta donde llega mi conocimiento) como rasgos del temperamento.
La personalidad, para decirlo muy brevemente, es el conjunto
de características personales que se van construyendo y modificando a lo largo
de toda la vida, a través de las sucesivas experiencias, de las interacciones
sociales y de las circunstancias que nos toca vivir. En algún sentido sería
entonces más maleable, más modificable que el temperamento y, al mismo tiempo,
más compleja porque está constituida por muchos rasgos
(introversión-extroversión es sólo uno de los rasgos que podemos tener en
cuenta para comprender la personalidad).
No obstante, es interesante mencionar (y espero que esto no
agregue más confusión al tema) que algunos estudiosos consideran a la
introversión-extroversión como un rasgo del temperamento y no de la
personalidad. Lo importante de esta diferenciación estriba en que, si fuera un
rasgo del temperamento, sería más constitutivo y por lo tanto más difícil de
modificar.
¿Qué es la timidez?
La timidez es una sensación de inseguridad o de vergüenza en situaciones sociales, que
generalmente lleva a que la persona se inhiba
en su conducta, se retraiga o bien que evite ciertas interacciones.
La timidez puede ser ocasional, o sea, puede presentarse sólo
en determinadas situaciones o frente a ciertas personas, o bien puede
constituir un rasgo de la personalidad. Hablamos entonces de una persona tímida, cuando este rasgo
aparece de manera muy frecuente en sus interacciones con los demás.
La timidez es una forma particular de responder al temor a
ser criticado o rechazado por los demás. Las personas tímidas suelen sentirse
inadecuadas e inseguras, y esto las lleva a restringirse o inhibirse en su
comunicación y comportamiento.
Combinatoria de rasgos
Como anticipamos al comienzo, muchas de las personas
altamente sensibles son a su vez introvertidas, pero también hay personas
altamente sensibles que son extrovertidas.
Algunas personas altamente sensibles son tímidas y otras no
tanto. Encontramos también a algunas extrovertidas que son tímidas en algunas
circunstancias. Asimismo, algunas que comparten las tres características son a
su vez altamente sensibles, tímidas e introvertidas.
Aunque sea un tema complejo, espero que esta breve síntesis
pueda contribuir a despejar algunas dudas que surgen frecuentemente en relación
con las características que tienen las personas de alta sensibilidad.
En mi experiencia, identificar nuestras características
personales es un paso importante en el camino del autoconocimiento. Ponerle un
nombre a nuestros rasgos habituales puede ser útil, sobre todo si no lo hacemos
con la intención de “etiquetarnos”, sino de conocer nuestra forma presente de
funcionar, ya que identificar una característica o modalidad puede ser el
primer paso para aceptarla o para transformarla.
Desde mi punto de vista, aun cuando las características de
temperamento sean difíciles de modificar desde la raíz, podemos aprender a
encauzar nuestras reacciones internas y externas, de manera que sea posible
transformarnos para florecer.
Lic. Eugenia Lerner
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